DEDICADO PARA LA ELEVACIÓN DEL ALMA DE ABRAHAM BEN SARA Z”L
PARA EL ÉXITO, SALUD Y PROSPERIDAD DE SU DESCENDENCIA
QUE SIEMPRE TENGAN ALEGRÍAS, SATISFACCIONES Y ABUNDANCIA EN LO ESPIRITUAL Y MATERIAL
En la Parasha anterior de Shemot describimos la esclavización de los hijos de Israel en Egipto y la designación de Moshe Rabenu de redimir al Pueblo de Israel. Nuestra Parasha describe una parte de las diez plagas que manda Hashem sobre los egipcios para que liberen al Pueblo de Israel.
El Pueblo de Israel pierde la esperanza:
Después de que Moshe le exigiera al Faraón que libere al Pueblo de Israel y el Faraón se niega, aumentando también los malos decretos en contra de los judíos, el Pueblo de Israel pierde la esperanza de ser liberado.
Moshe llega nuevamente delante del Faraón:
Hashem le ordena a Moshe presentarse nuevamente delante del Faraón y exigirle que libere al Pueblo de Israel y Hashem le informa que endurecerá el corazón del Faraón y no él no aceptará liberarlos, por lo cual Hashem hará grandes milagros hasta que el Faraón se vea en la necesidad de liberarlos y así la grandeza de Hashem se publique en el mundo entero.
Moshe y Aharon se paran nuevamente delante del Faraón – Moshe tiene 80 años y Aharon tiene 83, para informarles las palabras que Hashem les designó para esta misión, Moshe hace un milagro, arrojando la vara de Aharon y convirtiéndola en una serpiente. Sin embargo, el Faraón no se convence con esto, también los sabios de Egipto – quienes son grandes hechiceros lo hacen, pero entonces la vara de Aharon se traga a todas las demás varas. A pesar de esto, el Faraón se niega a creer en Moshe y enviar al Pueblo de Israel.
Las diez plagas que Hashem manda sobre los egipcios:
Entonces, Hashem comienza a mandar diez plagas sobre los egipcios para demostrarles a ellos y al mundo entero su existencia y que fue Él quien creó el mundo y quien controla la naturaleza según Su voluntad. Todas las diez plagas afectan únicamente a los egipcios, pero no a los judíos y duran aproximadamente un año entero – desde el año 2447 desde la creación del mundo hasta el año 2448, y entonces el Pueblo de Israel sale de Egipto.
La primera plaga Dam - Sangre:
Moshe se dirige a la orilla del Río Nilo y le ordena a Aharon golpear el agua con su vara, el río en su totalidad se convierte en sangre. También los sabios de Egipto hacen esto y convierten el agua que aún no se habían convertido en sangre – como las aguas de lluvia, en sangre, sin embargo, no logran volverlas a su estado original. Entonces, los egipcios se ven obligados a comprar agua de los judíos. Tras siete días la sangre se vuelve a convertir en agua. Sin embargo, el Faraón se niega a liberar a los hijos de Israel.
La segunda plaga Tzefardea - Ranas:
Aharon alza su vara sobre el río y entonces suben de él y del resto de las fuentes de agua, muchas ranas que llegan a cubrir toda la tierra de Egipto, ellas entran a todas las habitaciones de las viviendas, a las camas, los hornos e incluso dentro de los cuerpos de los egipcios, el terrible ruido que generan es insoportable. También los sabios de Egipto hacen subir ranas haciendo hechicería, sin embargo, no pueden deshacerse de ellas. El Faraón le pide a Moshe que retire las ranas y al día siguiente liberará al Pueblo de Israel, al día siguiente Moshe le ruega a Hashem y todas las ranas de Egipto se mueren y la tierra apesta por su olor y permanecen únicamente en el río. Sin embargo, el Faraón se niega nuevamente a liberar al Pueblo de Israel.
Nuestros Sabios alaban la voluntad de las ranas de entrar a los hornos y quemarse allí – algo que va en contra de su naturaleza, para santificar el nombre de Hashem en el mundo. De ellas debemos aprender nuestra responsabilidad por esforzarnos a santificar el nombre de Hashem en el mundo, por medio del cumplimiento de la Tora y las Mitzvot (Preceptos) y el comportamiento correcto y honesto. Todo judío es embajador de Hashem en el mundo, a través de él el nombre de Hashem es santificado.
La tercera plaga Kinim - Piojos:
Aharon golpea el polvo de la tierra y se convierte en piojos que se pegan en las personas y animales. Los sabios de Egipto intentan convertir el polvo en piojos, pero no lo logran, y admiten que esta plaga – así como las demás, son realizadas por Hashem y no logradas a través de la hechicería. La razón por la cual no logran convertir el polvo en piojos es que los hechizos no pueden caer en algo que su tamaño es menor a una cebada (10 mm aproximadamente), después de siete días la plaga desaparece. Y el Faraón aún se niega a liberar al Pueblo de Israel.
La cuarta plaga Arov - Bestias Salvajes:
Arov es una mezcla de animales salvajes que ascendieron a la tierra de Egipto, asesinando a los egipcios y arrasando con el país, sin embargo, no tocaron a los judíos. El Faraón llama a Moshe y él acepta liberar a los judíos con la condición de que se vayan por un día a ofrendar Korbanot a Hashem y regresen inmediatamente, pero antes deben hacer Tefila para que Hashem retire la plaga de Arov. Sin embargo, cuando Hashem retira a las bestias salvajes, el Faraón se niega nuevamente a liberar al Pueblo de Israel.
La quinta plaga Dever - Peste:
Dever es una epidemia que afecta las posesiones de los egipcios y hace que fallezcan muchos animales, después de siete días la plaga desaparece. Y el Faraón incluso sabiendo que no falleció ni un animal de los judíos, sigue negándose a liberar al Pueblo de Israel.
La sexta plaga Shejin - Viruela:
Moshe y Aharon toman puños de polvo, Moshe los arroja al cielo y el polvo se riega por toda la tierra de Egipto y cae sobre las personas y los animales convirtiéndose en Shejin – una infección de viruela sobre la piel. En esta plaga ocurrieron varios milagros: 1) Moshe toma también del polvo de las manos de Aharon incluso cuando sus manos ya están llenas del polvo que había tomado por sí mismo. 2) De la fuerza del lanzamiento el polvo se extendió por un área enorme – toda la tierra de Egipto. 3) El polvo se convirtió en Shejin. Tras siete días la plaga se desaparece por sí misma y el Faraón aún se niega a liberar al Pueblo de Israel. Hasta ahora el Faraón no quería liberar al Pueblo por voluntad propia, sin embargo, a partir de esta plaga Hashem endurece el corazón el Faraón para que no pueda liberar al Pueblo incluso si lo desea, puesto que Hashem quiere que el mundo entero reconozca la fuerza de Su reinado.
La séptima plaga Barad - Granizo:
Moshe alza su vara al cielo y comienza a descender un granizo que nunca había caído en Egipto, las piedras del granizo son grandes y abundantes y matan a quien esté en la calle – personas o animales, golpeando y rompiendo árboles y plantas. Dentro de las piedras arde fuego, y aparte de que el granizo golpea, también el fuego en su interior quemaba. Sin embargo, en la tierra de Goshen – donde habitaban los judíos, no caía el granizo. El Faraón llama a Moshe y Aharon y les pide que detengan el granizo y entonces liberará al Pueblo de Israel, sin embargo, cuando el granizo se detiene el Faraón endurece su corazón y no quiere liberar al Pueblo de Israel.
Las tres primeras plagas: Sangre, ranas y piojos, son enviadas por Hashem a través de Aharon y no de Moshe, sin embargo, las últimas siete plagas son enviadas a través de Moshe. ¿Por qué fue así? En la plaga de la sangre las aguas son golpeadas y transformadas en sangre, también en la plaga de las ranas el agua es afectada cuando las ranas salen de ella. En la plaga de los piojos la tierra es golpeada al convertirse en piojos. Moshe se recuerda como las aguas del río Nilo lo salvaron cuando era un bebe dentro del arca. También se recuerda que la tierra lo salvó cuando asesinó al egipcio y lo enterró para que el Faraón no lo descubriera. Y por la fuerza del agradecimiento que Moshe tenía al agua y a la tierra no podía golpearlos, por lo tanto, Hashem le ordenó a Aharon que lo hiciera. Tan grande es nuestra obligación de ser agradecido y reconocer las bondades del agua y la tierra. Si es así podemos imaginarnos el agradecimiento que debemos tener hacia las personas que nos benefician, nuestros padres, maestros, maridos, mujeres y la gente que nos rodea.
“SHABAT SHALOM”
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