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Editorial Or LeIsrael

Parasha Shemini



DEDICADO A LOS SOLDADOS DEL IDF 

QUE HASHEM LOS PROTEJA, CUIDE Y LES DE ÉXITO EN SU MISIÓN


En la Parasha anterior de Tzav, estudiamos sobre los “Shiva Yemei Miluim” (Los siete días de inauguración) en los cuales Moshe instruyó y preparó a los Cohanim (Sacerdotes) para el trabajo de los Korbanot (Sacrificios) en el Mishkan (Tabernáculo). En nuestra Parasha la Tora describe cómo los Cohanim iniciaron su labor el octavo día de inauguración. Inicialmente Aharon ofrendó varios Korbanot para expiar por su pecado del Becerro de Oro y seguidamente Korbanot adicionales para expiar por el pecado del Pueblo de Israel. Luego Moshe y Aharon bendijeron al Pueblo de Israel y salió un fuego celestial incinerando los Sacrificios que estaban sobre el Mizbeaj (Altar). Cuando el Pueblo de Israel observó esto entendieron que Hashem deseaba sus Korbanot, ellos alabaron a Hashem y se inclinaron delante de Él. En este momento de revelación divina Nadav y Avihu, los hijos de Aharon ofrecieron un incienso sin haber sido comandados a hacerlo, inmediatamente salió un fuego quemándolos.


¿Por qué fueron castigados de forma tan severa?


Moshe por medio de Ruaj Hakodesh (Providencia divina) le explicó al Pueblo de Israel que Hashem desea que todos se comporten con honor en el lugar donde reposa la Shejina (Presencia divina), su santidad es tan elevada que no puede ser profanada por medio de acciones deliberadas inclusive con buenas intenciones (Estos lo vemos en distintos episodios de la Tora, como por ejemplo, en el Monte Sinai cuando fue entregada la Tora, Di.s ordenó rodear el Monte con vallas para evitar su contacto, ya que la santidad era tanta que quien se aproximara moriría). En ese momento todo el Pueblo de Israel entendió la importancia de la santidad del Mishkan (Tabernáculo) para en el futuro ser más cuidadosos de su santidad.


El despertar que tuvo el Pueblo de Israel para ser más estrictos en cuidar el honor de Hashem y la santidad del Mishkan, como resultado de la muerte de Nadav y Avihu, elevó las almas de ambos hermanos a un nivel muy alto. Esta es la razón por la cual debemos hablar y elogiar al fallecido e inspirar a los oyentes a esforzarse y fortalecerse en aprender de sus buenas acciones. La inspiración del público que viene como resultado de las acciones del fallecido eleva su alma a niveles muy altos, esa persona tuvo el mérito de que su muerte fortaleciera al público. Eso es lo mejor que podemos hacer en su beneficio, seguir su buen camino.


Cuando Aharon escuchó la explicación de Moshe, aceptó el difícil decreto. Moshe le instruyó a Eleazar e Itamar los hijos de Aharon, hermanos de Nadav y Avihu, que no debían estar en duelo por sus hermanos para no apagar la alegría de la inauguración del Mishkan, pero al Pueblo de Israel si les ordenó hacer duelo por el fallecimiento de estos dos Tzadikim (Hombres rectos). Seguidamente Hashem le encomendó a los Cohanim la prohibición de entrar al Mishkan cuando bebían vino, así mismo también los guías del pueblo no podían dar órdenes cuando habían consumido vino.


Podemos aprender del vino que toda cosa que fue creada en el mundo puede ser utilizada para bien o para mal. Por un lado, está escrito que el vino alegra el corazón, es sano para nuestro cuerpo y la Tora nos ordena tomarlo en Shabat y las Festividades. Por otro lado, el vino es la causa de males e injusticias en el mundo y un Cohen (Sacerdote) que entraba a trabajar en el Mishkan habiendo tomado vino merecía la pena de muerte. Entonces podemos preguntarnos si el vino es bueno o malo. Depende de cómo lo utilicemos. La persona posee el intelecto para evaluar cada situación, si es adecuado utilizar algo y cómo. El ser humano puede disfrutar de los placeres materiales de este mundo siempre y cuando sepa cuándo y cómo utilizarlos.


El Kashrut de los animales terrestres:


La Tora nos enseña cuáles animales son puros y aptos para su consumo y cuáles son impuros y está prohibido consumirlos. Como introducción al tema del Kashrut de los animales debemos enfatizar algo importante: Los nombres de los animales que están escritos en la Tora no son los mismos animales que conocemos con esos nombres. Los animales que nosotros comemos tienen los símbolos de pureza y sabemos que el pueblo de Israel los comió durante muchos años. Pero aquellos animales que no tenemos tradición de su Kashrut no los comemos, aunque posean las señales de Kashrut. A excepción de los pescados en los cuales podemos apoyarnos en las señales que nos da la Tora y consumirlos, aunque no haya tradición de comerlos.


Señales de Kashrut en los animales:


1) Todo animal que tiene la pezuña (Uña de los animales) partida en dos.

2) La partición debe ser a lo largo de toda la pezuña de forma que la divide en dos partes y cada una de las partes termina formando una uña.

3) Todo animal que sea rumiante, esto quiere decir, que luego de masticar y tragar por primera vez, el animal mastica nuevamente los alimentos que vuelven desde las cavidades del estómago.

Los animales que poseen estas tres señales se consideran puros y son aptos para su consumo. No obstante, si carecen de alguna de estas señales son considerados impuros y está prohibido consumirlos. A partir de esta ley, aprendemos que el camello, el conejo y la liebre son animales impuros al ser rumiantes y carecer de la pezuña partida. También la Tora nos trae el caso del cerdo el cual es impuro, posee la pezuña partida completamente en dos mas no es rumiante.


Señales de Kashrut en los Peces:


Todo pez que posee escamas y aletas es apto para su consumo. Si le falta alguno de estos dos es impuro y está prohibido comerlo.


Aves impuras:

La Tora no fijó señales de Kashrut para las aves, pero enumera 24 especies prohibidas de aves, entre ellas se encuentran: águila, cuervo, avestruz, gaviota, halcón, búho, cigüeña, paloma y murciélago. Todas las aves de rapiña están prohibidas. En la práctica hoy en día, sólo comemos aquellas aves que tienen una tradición establecida de nuestros sabios de que son aptas para su consumo como pollo, pavo, pato y ganso, entre otras.


Señales de Kashrut de los Insectos:


Todos los insectos que poseen cuatro patas está prohibido comerlos y si tienen cuatro patas y otras dos patas cercanas a sus cuellos sobre las cuales saltan, hay algunos que están permitidos de comer y otros que son prohibidos. Los puros son: todo tipo de langostas terrestres y saltamontes, aquí también debemos incluir que son permitidos siempre que haya tradición de comerlos y no nos podemos apoyar solo en sus nombres. En la práctica hoy en día no tenemos claridad de cuáles son las langostas terrestres a las cuales se refiere la Tora, por lo tanto, nos abstenemos de su consumo.


Aquellos animales y reptiles que son impuros también impurifican a las personas, utensilios y comida que entraron en contacto con su cadáver.


En regla general todas las aves y animales prohibidos de comer son animales depredadores y aves de rapiña, los cuales en su instinto actúan con mucha crueldad. Los animales permitidos por la Tora no son depredadores ni se comportan con crueldad. Todo lo que la persona introduce en su cuerpo tiene influencia sobre su naturaleza. Si comemos una bestia que se comporta de esta manera también nuestra naturaleza se influencia negativamente. Debemos saber que educar a nuestros hijos a comportarse con buenos modales y acciones no es suficiente, debemos ocuparnos de que también su naturaleza sea buena y agradable por medio de alimentarlos únicamente con alimentos aptos y puros.


La prohibición de consumir criaturas rastreras:

Está prohibido comer estas criaturas, tanto aquellas que se arrastran sobre su vientre como la serpiente y los gusanos, como aquellas que caminan sobre sus patas como los escorpiones, escarabajos, ciempiés, entre otros.


El Pueblo de Israel fue ordenado a ser un pueblo Santo, por lo tanto, debe tener sumo cuidado de los alimentos que ingiere.


PARASHA PARAH:

Esta Parasha es la tercera de las cuatro Parashiot especiales, las cuales instituyeron nuestros sabios leer adicionalmente a las Parashiot semanales. Esta semana leemos junto a la Parasha de la semana el capítulo 19 del libro de Bamidbar en la Parasha de Jukat, el cual describe el proceso de purificación que debía realizar toda persona del Pueblo de Israel que había sido impurificada, para hacerse apto para consumir el Korban Pesaj (Sacrificio Pascual), el cual era ofrendado en vísperas de la Festividad de Pesaj para ser consumido esa misma noche del Seder. Aquel que se impurificó al tener contacto con el cadáver de un animal, le era suficiente con sumergirse en la Mikve (Baño ritual) o en un manantial. Aquel que su impureza se originó del contacto con el cadáver de un humano o inclusive que estuvo en el mismo cuarto que él era necesario también que se purificara con las cenizas de una Parah Aduma (Vaca roja). En recuerdo a esta Mitzva (Precepto) la cual era realizada en la época del Bet Hamikdash, nuestros sabios instituyeron leer esta Parasha.


Este proceso de purificación tenía una duración de siete días completos. Para que la vaca fuera apta para ser utilizada para la purificación, debían revisar rigurosamente sus pelos y todos debían ser de color rojo, esta vaca no podía haber sido utilizada para trabajar ni haber cargado peso sobre su espalda.

¿Cuál era el proceso de esta purificación?

1) Degollaban a la vaca.

2) Quemaban su carne.

3) Mezclaban sus cenizas con agua.

4) El Cohen rociaba estas aguas mezcladas con las cenizas a la persona impura el tercer y el séptimo día de este proceso de siete días.

5) La persona se sumergía en una Mikve para finalizar su proceso y esperar la puesta del sol del séptimo día para pasar al estado de pureza.


Esta Mitzva es definida como Jok (Ley), es decir, es una Mitva que no tiene razón ni explicación para nuestra lógica. Lo más interesante de esta Mitzva es que la persona a la cual le rociaban las cenizas de la vaca se purificaba y la persona que se encargaba de purificarlo se impurificaba al realizar este proceso. Shlomo Hamelej, el más sabio de todos los seres humanos, trató de entender esto con su gran sabiduría, sin éxito y escribió sobre esto en su libro de Kohelet (Capítulo 7, Versículo 23) “Dije me volveré sabio, pero está lejos de mí”. No siempre somos capaces de entender la intención del Creador del Mundo, que nos entregó la Tora, como dijo el Profeta Yeshayahu sobre la grandeza de Hashem: “Porque los cielos son altos sobre la tierra, así son Mis caminos de sus caminos y Mis pensamientos de sus pensamientos”. Así como el cielo está muy por encima de nosotros, también los pensamientos y los caminos de Hashem se encuentran más elevados que los nuestros.


“SHABAT SHALOM”


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