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Parasha Bejukotai


PARASHA BEJUKOTAI
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DEDICADO PARA EL ÉXITO, SALUD Y PROSPERIDAD DE LA

FAMILIA MANIR MORELY

QUE SIEMPRE TENGAN ALEGRIAS, SATISFACCIONES Y ABUNDANCIA EN LO ESPIRITUAL Y MATERIAL.


En la Parasha anterior de Behar, estudiamos acerca de las leyes de Shemita (Año sabático de la tierra), Yovel (Jubileo) y las relacionadas con los siervos. Nuestra Parasha es la última del libro de Vayikra y describe las recompensas que reciben aquellos que estudian y cumplen las Mitzvot (Preceptos) de la Tora y las sanciones que reciben quienes se desentienden de ellas, también explica acerca de las leyes de Hekdesh (Consagración para el Mishkan - Tabernáculo).


El Pueblo de Israel aceptó recibir la Torá, estudiarla y guardar todas sus Mitzvot, aceptándolas bajo juramento en el Monte Sinaí para ellos y su futura descendencia. Bajo esta condición Hashem nos eligió como Su Pueblo, para servirlo. No tenemos la posibilidad de retractarnos de estudiar la Tora y cumplir sus Mitzvot y esta es nuetra misión en el mundo.


Las Bendiciones:

La Tora describe la gran recompensa que recibiremos al cumplir las Mitzvot de la Tora. Si el Pueblo de Israel se esfuerza en el estudio de la Tora y el cumplimiento de todas sus Mitzvot, será beneficioso para ellos no únicamente en el Olam Haba (Mundo venidero), sino también en este mundo: Las lluvias caerán en su tiempo, los árboles darán buenos frutos y la producción del campo será abundante. A la Tierra de Israel no entrarán los enemigos ni animales salvajes. Cuando haya guerras, estas serán fuera de la Tierra de Israel y a pesar de que los enemigos sean más en cantidad caerán en manos de los integrantes del Pueblo de Israel y se aniquilarán entre ellos.


Eliminar a los enemigos que vienen a destruirnos no solo está permitido es una Mitzva, sin embargo, el asesinato genera una naturaleza cruel en la persona. Por lo tanto, la Tora nos asegura que cuando el Pueblo de Israel vaya por el camino de la Tora, no necesitará eliminar a sus enemigos, sino que se eliminarán entre ellos, para que la delicadeza del alma del Pueblo no se corrompa por medio del acto de asesinar. También escuchar y leer sobre crímenes atroces corrompe el alma de quien lo hace, mal influenciándose y provocando cercanía a estas acciones abominables, es importante alejarse no solamente de realizar estas acciones, sino también de exponerse a ellas.

No habrá en el Pueblo de Israel personas estériles y sus descendientes serán sanos y rectos. La Shejina (Presencia divina) reposará en el Mishkan y Hashem amará y deseará siempre la cercanía del Pueblo. Y para que confiemos en que Hashem va a actuar así hacia nosotros, la Tora nos recuerda los milagros que Hashem nos realizó en la salida de Egipto, los cuales estaban por encima de la naturaleza. Y por supuesto, cumplirá con Su palabra cuando cuidemos sus Mitzvot.


Las Maldiciones:

Si el Pueblo de Israel no estudia la Tora, llegará a no cumplir sus Mitzvot y no bastará con esto, sino que se hartarán de quienes, si las cumplen, odiarán a los sabios de la Tora y harán que otras personas se abstengan de cumplir con las Mitzvot hasta que digan que no fue Hashem quien ordenó las Mitzvot y renieguen de Él. Cuando el Pueblo de Israel llegue a esta situación, Hashem les enviará aflicción para que hagan Teshuva (Retornar al buen camino): enfermedades, enemigos, maldición sobre los frutos y la cosecha, el Bet Hamikdash será destruido, los animales los asesinarán, habrá una hambruna insaciable y la Shejina los abandonará.

Y si después de todos estos sufrimientos siguen sin obedecer a Hashem, serán expulsados al exilio y la Tierra de Israel quedará desolada, no solamente para ellos, también para las demás naciones. Sufrirán también en el exilio y no podrán consolarse ni ayudarse mutuamente porque estarán esparcidos entre las naciones. Y cuando el Pueblo de Israel retorne del camino del mal, confiesen sus transgresiones y vuelvan a Hashem, sus transgresiones serán expiadas por medio de los sufrimientos que pasaron y se acercarán a Hashem como al principio.


La Tora Oral y Escrita fue transmitida a Moshe en el Monte Sinai y él se la transmitió al Pueblo de Israel. Este pacto fue establecido para todos los integrantes del Pueblo, si cumplen las Mitzvot recibirán todas las bendiciones antes mencionadas y si no las cumplen caerán sobre ellos las maldiciones.


Todos los sufrimientos que la persona recibe tienen como propósito hacerla reflexionar acerca de su estado espiritual. Así como el dolor físico lleva a la persona a revisar el porqué de su dolor, los sufrimientos deben llevar a la persona a revisar su salud espiritual. Si analiza inmediatamente la raíz de su aflicción y corrige su condición espiritual, ya no va a haber razón para que su sufrimiento continue. Pero si ignora su angustia, es como una enfermedad que va empeorando, recibiendo pruebas mayores para que se despierte. Es una lástima esperar hasta el último momento, es preferible despertarse inmediatamente.


A continuación, describiremos las leyes de Hekdesh, escritas en nuestra Parasha, Hekdesh es la acción de donar al Mishkan. Arajin consiste en donar la cantidad de dinero equivalente al valor del objeto y Hakdashot consiste en donar el objeto mismo.


Leyes de Arajin (Valores):

Aquella persona que prometió pagar al Hekdesh (Consagración para el Mishkan) su valor propio, es decir, dijo que iba a pagar el valor de su alma. Tiene la obligación de pagar al Hekdesh su valor es fijado por la Tora y cambia según la edad de la persona. Si la persona no posee los medios económicos suficientes, el Cohen (Sacerdote) calcula el monto que puede pagar y según eso pagará.


Leyes de Hakdashot (Consagraciones):

Aquella persona que consagra un animal para el Korban (Sacrificio), es decir, que dijo: “Este animal va a ser para Ola (Sacrificio de ascensión)”, está obligado a traer al animal para un Korban Ola. Quien consagra un animal no apto para el Korban o quien consagra a su hija, el Cohen debe calcular su valor monetario, son vendidos por ese monto y el dinero le pertenece al Hekdesh. Si los dueños quieren redimirlos del Hekdesh deben pagar su valor monetario y sumar un quinto a ese valor. Todo animal puede ser consagrado a excepción de un animal primogénito, ya que pertenece a Hashem (Las leyes de los animales primogénitos están descritas en la Parasha de Bo en el libro de Shemot y en la Parasha de Ree en el libro de Devarim) y no pueden ser consagrados para otro Korban.

Quien consagra un campo de su herencia, el campo es vendido y el dinero pertenece al Hekdesh. Si los dueños quieren redimir el campo antes de su venta debe sumar un quinto al valor del campo. Pero si ya el campo fue vendido, el dueño no lo puede redimir y en el año de Yovel es redimido de manos del comprador, pero no regresa a su dueño original, sino que es repartido a los Cohanim (Sacerdotes). Aquel que compra un campo y lo consagra, en el año de Yovel regresa a su dueño original.


Jerem (Propiedad vedada):

Una persona que consagra sus propiedades diciendo: “Esto es Jerem”, son entregadas a los Cohanim y no pueden ser redimidas. Y si dijo: “Esto es Jerem para los encargados del Mishkan”, es decir para las necesidades del Mishkan, pertenecen al Mishkan y sus dueños pueden redimirlas y si no las redimen, el tesorero puede venderlas.

Una persona que sale a recibir la pena de muerte en manos del Bet Din (Tribunal rabínico) y declara que va a entregar el valor de su alma al Hekdesh, al no poseer valor por el hecho de merecer la pena de muerte, no recae sobre él la consagración.


Maaser Sheni (Segundo diezmo):

El Maaser Sheni que fue separado de la cosecha, el vino o del aceite de oliva (La Mitzva de Maaser Sheni está descrita en la Parasha de Ree en el libro de Devarim), puede ser consumido por sus dueños únicamente en Yerushalaim, este Maaser pertenece a Hashem y los dueños tienen permitido consumirlo estando puros y en un lugar sagrado. Si los dueños quieren redimir los frutos del Maaser Sheni con dinero (Como en el caso de que no pueda subir a Yerushalaim para consumirlo y si espera los frutos se dañaran), debe aumentar un quinto del valor monetario de los frutos, con este dinero sube a Yerushalaim, compra alimentos y los consume ahí.


Maaser Behema (Diezmo de animales):

Así como la persona debe separar un diezmo de sus frutos también debe separar un diezmo de sus animales, de la siguiente manera: saca a los animales uno por uno a través de la puerta y cada décimo animal es sagrado, tiene prohibido elegir un animal en específico. Debe pintar este animal de color rojo para que no se mezcle con el resto, este Korban es llamado “Maaser Behema”. Este Korban era ofrendado en el Mishkan, una parte se quemaba sobre el Mizbeaj (Altar), su sangre era salpicada en las bases superiores del Mizbeaj y el resto de la carne era consumida por sus dueños en pureza en Yerushalaim. Luego de que el animal era escogido como Maaser Behema no podía ser cambiado por otro animal y si lo cambiaban, los dos animales poseían la santidad de Maaser Behema.


¿De dónde nace la voluntad en la persona de consagrar de sus posesiones para el Mishkan? La Mitzva de Hekdesh no es obligatoria sino opcional, solo aquel que poseía el deseo de donar al Mishkan lo hacía. Es interesante que este tema está escrito en la Tora inmediatamente seguido a la descripción de las consecuencias de quién cumple o deja de cumplir las Mitzvot obligatorias de la Tora. De aquí podemos reflexionar que por medio del cumplimiento de estas Mitzvot con las cuales aumenta la cercanía al Creador del mundo, se producen sentimientos de santidad y el deseo de cumplir también las Mitzvot opcionales, aumentando así el apego a Hashem. La persona siente tanta cercanía al Mishkan de Hashem que quiere ser parte del lugar de reposo de la Shejina por medio de consagrar sus posesiones.


“SHABAT SHALOM”





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