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Editorial Or LeIsrael

Parasha Shelaj

Actualizado: 28 jun



DEDICADO PARA EL ÉXITO, SALUD Y PROSPERIDAD

DE LA FAMILIA DORNBUSCH SASSON

QUE SIEMPRE TENGAN ALEGRÍAS, SATISFACCIONES Y ABUNDANCIA

EN LO ESPIRITUAL Y MATERIAL


En la Parasha anterior de Behaaloteja estudiamos acerca del encendido de la Menora (Candelabro), la pureza de los Leviim, los reclamos del Pueblo de Israel a Hashem y la transgresión de Miriam. Nuestra Parasha describe la transgresión de los espías, la culminación de las leyes de los Korbanot (Sacrificios), el acto del hombre que apiló leña en Shabat y la Mitzva (Precepto) de Tzitzit.

El Pueblo de Israel se encontraba en Kadesh Barnea en el desierto de Paran, muy cercanos a la Tierra de Kenaan - la Tierra de Israel, estaban por entrar a ella, cumpliéndose así la promesa de Hashem a nuestros Patriarcas Abraham, Itzjak y Yaacov que la Tierra de Kenaan sería entregada a su descendencia, el Pueblo de Israel. Moshe envió doce espías, uno de cada Tribu (A excepción de la Tribu de Levi, la cual no recibía herencia en la tierra y por esta razón no enviaron un espía), todos ellos eran personas importantes, justos y fuertes. Fueron para explorar la tierra para comprender cómo era el país al cual estaban por entrar.

El espía de la Tribu de Efraim era Hoshea Bin Nun, el discípulo de Moshe. Cuando Moshe observó la humildad de Hoshea comprendió que le iba a ser difícil enfrentarse a los otros espías en el caso de que decidieran hablar mal de la tierra. Por lo tanto, rezó por él diciendo “Que Hashem te salve del consejo de los espías”. Para recordarle el riesgo que podría afrontar le agregó a su nombre la letra Yud y desde ese momento fue llamado “Yehoshua” (La letra Yud representa el nombre de Hashem a Quien Moshe le imploró para que cuidara a Yehoshua).


Yehoshua se encontraba en gran peligro, ya que a causa de su gran humildad no podría enfrentarse a los espías y había una enorme sospecha de que cometiera una transgresión junto a ellos. Lo único que le ayudó fue la Tefila (Rezo) de Moshe la cual le dio la fuerza de enfrentarse al peligro. Hoy en día estamos todos en peligro espiritual, no siempre tenemos las fuerzas de enfrentarnos a las tentaciones que el mundo nos ofrece, lo único que nos puede ayudar es hacer Tefila (Rezos), rezarle a Hashem desde lo más profundo de nuestro corazón, pedirle que nos de la fuerza de enfrentarnos a las tentaciones y las pruebas de este mundo.


Moshe les indica a los espías explorar la Tierra y verificar: Si el clima es bueno y saludable, si los pueblos que se encuentran en ella de los cuales Israel debe conquistar la Tierra, son fuertes y valientes y les será difícil la conquista, o si son débiles y cobardes y les será fácil la conquista. Moshe también les instruye traer frutos de la Tierra para mostrárselos al Pueblo de Israel.

Los espías partieron, en Kenaan vieron gigantes y se llenaron de temor de perder la guerra contra ellos. Cuando llegaron al valle de Eshkol vieron que también los frutos eran enormes, agarraron algunos frutos para crear temor en el Pueblo de Israel. Los frutos eran tan grandes que una uva debía ser transportada por ocho espías, otro espía tomó un higo y un tercero cargaba una granada, en total diez espías llevaron los frutos de la Tierra. Únicamente Yehoshua el líder de la Tribu de Efraim y Caleb el líder de la Tribu de Yehuda no llevaron frutos, ellos confiaban en que Hashem los ayudaría en su guerra contra los habitantes de Kenaan como había prometido a sus ancestros y no querían hacer temer al Pueblo de Israel por medio de estos frutos, como era la intención del resto de los espías. Cuando llegaron a Jebrón, Caleb se postró sobre las tumbas de los Patriarcas haciendo Tefila para que Hashem lo cuide de los consejos de los demás espías que querían calumniar al país.


Aquella persona que confía en Hashem observa los peligros y las dificultades sin alarmarse de ellos. Es cierto que los peligros son grandes y hay enemigos por todas partes, dificultades en muchas cosas, pero Hashem es el Todopoderoso, Él está a nuestro lado y está en Sus manos salvarnos de todo. Si confiamos en Él, Le creemos y Lo obedecemos, podremos eliminar la preocupación de nuestros corazones.


Luego de cuarenta días los espías regresaron, le mostraron al Pueblo los enormes frutos y dijeron: “La Tierra es realmente buena y en ella crecen frutos grandes y exquisitos. Sin embargo, las naciones que la habitan son fuertes y valientes, en ella viven gigantes, las ciudades están fortalecidas, en conclusión, nos va a ser imposible conquistar la Tierra”. Yehoshua y Caleb intentaron decir que la Tierra era muy buena y que iban a poder vencer con facilidad a sus habitantes, pero el Pueblo ya no los escuchaban, las palabras de los demás espías penetraron profundamente en sus corazones y comenzaron a temer la muerte. El Pueblo de Israel creyeron en lo que dijeron los espías y que estaban destinados a morir, lloraron toda la noche. En la mañana se pararon delante de Moshe y Aharon y les dijeron: ¿Por qué nos sacaron de Egipto únicamente para caer en la guerra con los habitantes de la Tierra? El Pueblo decidió volver a Egipto, Caleb y Yehoshua siguieron tratando de convencerlos de lo bueno de la Tierra, pero ellos los apedrearon.

Hashem quería aniquilar a todo el Pueblo que se reveló en su contra y dejar únicamente a Moshe y de su descendencia formar al Pueblo de Israel. Pero Moshe le rogó que perdonara al Pueblo y que no lo exterminara. Hashem recibió la Tefila de Moshe, sin embargo, aseguró que el Pueblo no entraría a la Tierra, sino que morirían en el desierto, poco a poco durante cuarenta años que representaban los cuarenta días que los espías estuvieron en la Tierra. Únicamente los hijos de ellos entrarían a la Tierra, a excepción de Caleb y Yehoshua que si confiaron en Él. Los espías que hablaron mal de la Tierra murieron en una epidemia.

El Pueblo de Israel comprendió que cometieron una transgresión delante de Hashem y estaban dispuestos a conquistar la Tierra. Moshe les advirtió que Hashem no estaba con ellos y que no iban a tener éxito en la guerra, aun así, una parte del Pueblo subió para hacer guerra y fueron vencidos por las naciones de Kenaan y Amalek que habitaban la montaña, los cuales abatieron al Pueblo de Israel hasta un lugar llamado Jorma.


El llanto del Pueblo de Israel ante el temor de perder en la guerra ocurrió el día 9 de Av, ese fue un llanto en vano ya que Hashem les había prometido que vencerían en la guerra. Nuestros sabios nos revelaron que Hashem les dijo: Ustedes lloraron en vano, yo les voy a fijar este día como un día de luto y llanto para el resto de las generaciones. El día 9 de Av fueron destruidos los dos Bet Hamikdash. De aquí podemos aprender la importancia de la alegría y el agradecimiento por cada cosa que Hashem nos entregó, incluso por las cosas más insignificantes. Sobre esto Hashem dirá: Si están contentos por las cosas pequeñas que les he dado, les daré cosas grandes para hacerlos más felices.

La Mitzva de traer Nesajim (Libaciones) junto al Korban (Sacrificio):

Aquella persona que estaba obligada o por voluntad propia (La diferencia está descrita en la Parasha de Vayikra) ofrendaba un Korban Ola (Sacrificio de ascensión) o Shelamim (Sacrificio de Paz) y aquella persona que ofrendaba estos Korbanot (Sacrificios) en los Jaguim (Festividades) debía traer Nesajim junto al Korban, lo cual constituía de una Ofrenda de sémola mezclada con aceite la cual era quemada sobre el Mizbeaj (Altar) en su totalidad y vino para ser derramado sobre una copa que fue instalada sobre el Mizbeaj para este propósito, esta ley fue establecida únicamente tras la llegada del Pueblo a la Tierra de Israel.


Hafrashat Jala (La separación de la Jala):

En el momento del amasado, es necesario separar una parte de la masa llamada “Jala”, la cual era entregada al Cohen y el Cohen la consumía en pureza, esta Ley fue establecida únicamente tras la llegada del Pueblo a la Tierra de Israel. Hoy en día todos los Cohanim se encuentran impuros y tienen prohibido consumir la Jala, por esta razón debemos quemar la Jala al separarla.


Una congregación que cometió Avoda Zara (Idolatría) por error:

El Sanhedrin (Asamblea) que indicó por error que estaba permitido cometer Idolatría (Como en el caso de que desconocían que una acción determinada era Idolatría) y el Pueblo de Israel les obedeció, cometiendo así Avoda Zara por error, la congregación debía ofrendar un Korban Ola, Minja (Tipo de Ofrenda), Nesajim y Korban Jataat. Por medio de estos Korbanot el Cohen expiaba por las transgresiones del Pueblo de Israel.


Una persona que cometió Avoda Zara por error:

Una persona que cometió Idolatría por error debía ofrendar un Korban Jataat y con esto expiaba por su error.


Avoda Zara intencionalmente:

Aquella persona que cometió Idolatria de forma intencional despreció a Hashem, por esto recibe la pena de Caret (Corte espiritual). Esto ocurre mientras no haya hecho Teshuba (Retornar al buen camino), sin embargo, si hizo Teshuba es perdonado inclusive por esta grave transgresión.


El suceso del apilador de leña en Shabat:

Cuando el Pueblo de Israel se encontraba en el desierto, un hombre salió a apilar la leña el día de Shabat, aunque le advirtieron que eso estaba prohibido él continuó realizándolo. Por haber profanado Shabat de forma descarada incluso después de que le advirtieron, Hashem ordenó que lo apedrearan en frente de todo el Pueblo.


La Mitzva de Tzitzit:

Todo hombre que utiliza una vestimenta que posea cuatro esquinas (Como por ejemplo el Talit), debe anudar hilos en cada esquina, entre los hilos blancos deben colocar un hilo de color celeste (Este color es obtenido de la sangre de un pez especial llamado Jilazon, el cual sale del mar a la tierra una vez cada setenta años), hoy en día no sabemos exactamente de qué pez se extrae este color por lo tanto, no colocamos el hilo de color celeste.

El propósito del Tzitzit es recordarle las Mitzvot (Preceptos) de Hashem al Pueblo de Israel de la siguiente manera: el valor numérico de la palabra Tzitzit es de 600, junto a los 8 hilos que se encuentran en cada punta, los cuales están atados con 5 nudos, siendo un total de 613, lo cual indica las 613 Mitzvot de la Tora. Al observar el Tzitzit el Pueblo de Israel se recuerda las Mitzvot de Hashem y las cumplirán siendo cuidadosos en lugar de ir tras los deseos materiales de su corazón.


Así como una persona necesita un despertador para ser levantado de su sueño físico, también necesita un despertador que lo levante de su sueño espiritual, el Tzitzit es uno de estos despertadores. Cada persona debe establecerse un despertador que le recuerde la existencia del Creador del mundo el cual nos observa, nos supervisa y quiere lo mejor para nosotros. Nuestra relación con Él es a través de la Tefila, el estudio de Su Tora y el cumplimiento de sus Mitzvot.


“SHABAT SHALOM”

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