Parasha Balak
- Editorial Or LeIsrael
- 7 jul
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En la Parasha anterior de Jukat, estudiamos acerca de la Mitzva (Precepto) de la Para Aduma (Vaca Bermeja), la transgresión de las aguas de la discordia y las guerras del Pueblo en su travesía hacia la Tierra de Israel. Nuestra Parasha describe el intento de maldecir al Pueblo, las profecías de Bilam y las transgresiones del Pueblo con las hijas de Moab.
Balak el hijo de Tzipor, el rey de Moab, observó lo que el Pueblo de Israel les hizo a las naciones de Emor y Amalek (Como describimos en la Parasha anterior) las cuales eran más poderosas que él y temía que el Pueblo de Israel salieran a la guerra en su contra y conquistaran su tierra. Se aconseja con los ancianos de Midian, los cuales conocían a Moshe el líder del Pueblo de la época en la que habitaba en Midian (Como está descrito en la Parasha de Shemot). Ellos saben que la fortaleza del Pueblo de Israel proviene del poder de su boca de bendecir y rezar, Balak decide mandar a llamar a Bilam el hijo de Beor, el hechicero que poseía en su boca el poder de la maldición. Los mensajeros de Balak llegan a la casa de Bilam y le pidien que vaya a maldecir al Pueblo de Israel, revelándole las riquezas y el honor que Balak le va a otorgar.
Bilam no es un simple hechicero, es un profeta de las naciones del mundo, él les aclara que no puede realizar nada sin permiso de Hashem, en la noche Hashem se le revela a Bilam y le dice que no vaya con ellos a maldecir al Pueblo ya que el Pueblo de Israel está bendecido y Hashem no desea que los maldiga.
¿Por qué la Shejina (Presencia divina) reposaba sobre Bilam, si Nuestros Sabios lo describen como una persona de cualidades corruptas? Las naciones del mundo podían haber venido a reclamarle a Hashem que, si ellos hubieran tenido un profeta como Moshe Rabenu, también ellos fueran mejores personas. Por esta razón Hashem les instituyó un profeta, sin embargo, no solo no se volvieron mejores personas, sino que él les causó transgredir y hacer transgredir a los demás. Cada uno de nosotros recibimos regalos preciosos. La pregunta es qué hacemos con ellos, si los utilizamos como Moshe utilizaba su profecía, para elevarnos y hacer el bien o como Bilam para dañarse a él mismo y a los demás.
Balak envía mensajeros más prestigiosos a Bilam para convencerlo. Esta vez Hashem le dice que si él piensa que va a ganar dinero por ir con ellos tiene permitido ir, pero solo puede hacer lo que Hashem le indique hacer. Bilam entiende que Hashem realmente no quiere que vaya con ellos, de todas maneras, decide ir y piensa que quizás va a poder influir para que Hashem maldiga al Pueblo.
Luego de que comienza su camino Hashem le envía un ángel que lo trata de convencer de no continuar su camino. El ángel se para frente a la asna sobre la cual Bilam está montado, la asna ve al ángel y se desvía del camino hacia el campo. Bilam no ve al ángel y no entiende el porqué del desvío de la asna, golpeándola para que regrese al camino, sin éxito. Cuando llegan a un camino que pasab entre dos cercas, el ángel está parado en el medio del camino, la asna presiona contra la cerca, apretando la pierna de Bilam, en su ira Bilam vuelve a golpear a su asna. Cuando llegan a un camino estrecho donde no hay espacio para inclinarse hacia los lados, la asna observa al ángel parado en medio del camino sin poder continuar, ella se detiene y Bilam comienza a golpearla con una vara. Hashem hace que la asna abra su boca y le pregunte a Bilam porqué la está golpeando, Bilam le contesta diciéndole que si tuviera una espada la hubiera matado por lo que le está haciendo. En ese momento, Hashem le permite a Bilam ver al ángel con una espada en su mano. Bilam le dice al ángel que si Hashem no quiere que continue su camino se regresará a su casa. Sin embargo, el ángel le dice que dependía de su elección y que puede continuar su camino.
Luego de que la asna reprimió a Bilam, Hashem hizo que ella falleciera. ¿Por qué? Bilam se avergonzó del reproche de su asna, la naturaleza de la persona es olvidarse de las cosas desagradables que le ocurren, a menos que se las recuerden constantemente, cada vez que vieran a Bilam cabalgando en su asna, todos recordarían la vergüenza que ella le produjo a su dueño, Hashem respeta la dignidad humana inclusive de un malvado como Bilam, por eso la mató para que todos se olvidaran de la vergüenza que pasó. ¿Por qué llevamos con nosotros las cargas de ira y nos apegamos a las injusticias que nos han realizado? Porque constantemente las recordamos y las experimentamos. Si las dejamos y tratamos de no recordarnos de ellas, con el tiempo nos olvidaremos y podremos vivir una vida mejor y más tranquila.
Bilam llega a la tierra de Moab y Balak lo lleva a un lugar donde se podía observar una parte del campamento del Pueblo de Israel. Bilam le ordena erigir siete altares y sobre cada altar sacrificar un toro y un carnero.
Hashem le coloca una profecía en su boca y dice: “Ya que en estos días Hashem no está furioso Bilam no tiene el poder de maldecir, porque todo su poder es que sabe diferenciar en cuándo Hashem está furioso y entonces maldecir. El Pueblo de Israel tienen secretos poderosos y son sus ancestros, los cuales los protegen con sus méritos. El Pueblo de Israel no se mezcla con el resto de las naciones y también en el futuro no serán castigados con el resto de los demás pueblos, ellos observan muchas Mitzvot (Preceptos) y poseen muchos méritos y Bilam desearía tener su parte junto a ellos”.
Balak se enfurece con Bilam por haber bendecido al Pueblo de Israel en lugar de maldecirlo, Bilam le contesta que esas fueron las palabras que Hashem colocó en su boca. Balak lleva a Bilam a otro lugar donde puede observar una parte del Pueblo de Israel. Nuevamente erigen siete altares y ofrendan siete toros y siete carneros.
Hashem se le revela a Bilam y coloca una profecía en su boca diciendo: “Hashem le prometió al Pueblo de Israel conquistar la Tierra de Kenaan y no existe un ser humano que se arrepienta de su promesa y la promesa no se cumpla, por lo tanto, Bilam no tiene permitido maldecirlos y las bendiciones que él les da se cumplirán para la eternidad. El Pueblo de Israel no realiza Avoda Zara (Idolatría) por eso la Shejina reposará entre ellos incluso cuando realicen transgresiones. Hashem los sacó de Egipto con grandes milagros y ellos van junto a Él de manera íntegra y por eso son muy queridos para Él, en el futuro tendrán el mérito de estudiar Tora de Su boca, algo que ningún ángel tiene el mérito de hacer, los ángeles les preguntaran qué estudiaron. El Pueblo de Israel se levanta en la mañana como un león para servirle a Hashem e inmediatamente comienzan a trabajarle cumpliendo las Mitzvot de Tzitzit, Keriat Shema y Tefilin. En la noche destruyen a quienes los dañan por medio de la lectura de la Shema”.
Bilam no alabó al Pueblo de Israel porque se paran a servir a Hashem sino porque se paran “como un león”. Así debemos cumplir las Mitzvot Divinas, con fuerza, agilidad y frescura. También la persona que no está tan conectada con las Mitzvot y no posee un sentimiento de santidad en el momento de cumplirlas o apego con Hashem en el momento de la Tefila (Rezo), pero continúa con su observancia, poco a poco su corazón se abrirá a sentir. Ya que el corazón se siente atraído por las acciones.
Balak lleva a Bilam a la cima de la montaña donde se encuentra una Avoda Zara llamada “Peor”, nuevamente erigen siete altares y ofrendan siete toros y siete carneros. Cuando Bilam comprende que Hashem quería que bendijera nuevamente al Pueblo de Israel, recuerda la transgresión del Becerro de Oro, dirigiendo su rostro hacia el desierto donde hicieron el Becerro para acusar así al Pueblo, quizás así Hashem le dará permiso para maldecirlos. Cuando ve que eso no ayudaba Bilam decide darles Ain Hara (Mal de ojo), sin embargo, cuando mira al Pueblo de Israel, reposa sobre él el espíritu de profecía y comienza a bendecir al Pueblo y alabarlos.
Diciendo así: “Las tiendas que levantaron los hijos de Israel son de tal manera que sus aperturas no están dirigidas una hacia la otra para cuidar su recato. Y así mismo, cada Tribu aparca por separado para mantener su linaje. Y por el mérito de esto saldrán de ellos reyes poderosos, que reinarán sobre las naciones del mundo. Y Hashem que los sacó de Egipto los cuidará de sus enemigos y conquistarán la tierra de Kenaan. Todo aquel que bendiga al Pueblo de Israel será bendecido y todo aquel que lo maldiga será maldecido”.
Balak comprende que no tenía sentido continuar intentando maldecir al Pueblo de Israel y envía a Bilam de regreso a su país. Antes de que Bilam se dirigiera a su país le aconseja a Balak qué hacer para vencer al Pueblo y profetiza lo que ocurrirá al final de los tiempos.
Su profecía es la siguiente: “En el futuro se levantará un rey sobre el Pueblo de Israel (David Hamelej) que aniquilará muchas personas de la nación de Moab y conquistará el reinado de Edom y el Pueblo de Israel tendrá mucho éxito en su época. Y de él saldrá el Mashiaj al final de los tiempos y eliminará toda la maldad del mundo”.
Bilam ve a Amalek y dice que él fue el primero que luchó contra el Pueblo de Israel y en el futuro ellos lo eliminarán. Cuando ve al Kení de los hijos de Yitro el suegro de Moshe, dice que por haberse acercado al Pueblo de Israel su futuro no será como el del resto de las naciones del mundo. Y sobre el reinado de Ashur dice que en el futuro conquistarán el mundo y exiliarán a todas las naciones de sus tierras hasta que llegarán los romanos y los vencerán conquistando el mundo y en el futuro también su grandeza se perderá. Después de todo eso Bilam regresa a su lugar en Aram Naharaim.
El consejo que Bilam le da a Balak es hacer transgredir al Pueblo de Israel con Avoda Zara y promiscuidad. Así hacen los descendientes de Moab abandonando a sus hijas para hacer trasgredir al Pueblo con estas dos transgresiones. A causa de estas transgresiones Hashem envía una epidemia al Pueblo de Israel.
Moshe llama a los jueces para que juzguen a los transgresores del Pueblo y todos los que merecen la pena de muerte son aniquilados con la espada. La Tribu de Shimon la cual es la que más transgredió de todas las Tribus, van a su líder Zimri Ben Salu y le dicen que recibirán la pena de muerte y que debe hacer algo para salvarlos. Zimri toma a la hija de Balak y la lleva a su vivienda en frente de todos los integrantes del Pueblo. Moshe olvida qué debía hacer en este caso y no reacciona. Cuando el Pueblo ve a Moshe, quién se enfrentó a ellos cuando cometieron la transgresión del Becerro de Oro y en ese momento no estaba haciendo nada, comienzan a llorar.
Pinjas hijo de Eleazar, el hijo de Aharon Hacohen, recuerda las enseñanzas de Moshe que todo aquel que esté con una mujer gentil está permitido matarlo y le recuerda esa Halaja (Ley) a Moshe. Moshe le ordena cumplirla e inmediatamente Pinjas lo mata. En ese momento cesa la epidemia en el Pueblo de Israel, en la cual fallecieron 24.000 personas.
“SHABAT SHALOM”


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