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Parasha Beshalaj


PARASHA BESHALAJ
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DEDICADO PARA EL ÉXITO, SALUD Y PROSPERIDAD

DE LA FAMILIA ARAMATI BENGUIGUI

QUE SIEMPRE TENGAN ALEGRÍAS, SATISFACCIONES Y ABUNDANCIA EN LO ESPIRITUAL Y MATERIAL


En la Parasha anterior de Bo relatamos la culminación de las diez plagas y la salida del Pueblo de Israel de Egipto. En nuestra Parasha describiremos parte de la travesía del Pueblo de Israel en el desierto y lo ocurrido ahí. Moshe se recuerda la orden de Yosef a los hijos de Israel, que al salir de Egipto tomen sus huesos para llevarlos a la Tierra de Kenaan (Israel). También los huesos de las otras Tribus son tomados por el Pueblo de Israel para ser enterrados en la Tierra de Israel.


El camino del Pueblo por el desierto:

El Pueblo de Israel sale de Egipto hacia la Tierra de Kenaan – Israel, la Tierra prometida, sin embargo, en lugar de caminar a través del país de los Filisteos – una travesía de tres días, Hashem los guía por un camino más largo, a través del desierto, para que no se apresuren a huir de las guerras por la conquista de la Tierra de Israel – por pánico y regresen a Egipto. Durante su travesía por el desierto Hashem les coloca delante de ellos una columna de nube durante el día para que guíe su camino y en la noche una columna de fuego para que les ilumine el camino.


El engaño al Faraón:

Como dijimos en las Parashiot anteriores, Moshe le exigió al Faraón liberar al Pueblo de Israel únicamente por tres días, tras los cuales regresarían, con la intención de que el Faraón los persiga para que regresen y así Hashem los castigará en el desierto. Hashem quiere continuar engañando al Faraón haciéndole creer que el Pueblo de Israel fue abandonado por Hashem en el desierto, por ello les ordena al Pueblo dirigirse hacia Egipto y acampar frente al ídolo de Egipto llamado “Baal Tzafon”, el cual se encuentra junto al Yam Suf (Mar rojo).


La persecución al Pueblo de Israel:

Al transcurrir los tres días y el Pueblo de Israel aún no ha regresado a Egipto, los egipcios comprenden que no tienen intención de volver y se arrepienten de haberles permitido salir. El Faraón reúne a todo su ejército y sale a perseguir al Pueblo, cuando los hijos de Israel ven que los egipcios se encuentran cerca del Yam Suf temen y claman a Hashem que los salve, entre ellos hay también quienes se quejan delante de Moshe diciéndoles para qué los sacó de Egipto si ahora serán aniquilados en manos de los egipcios.


La partida del Yam Suf y el hundimiento de los egipcios:

Moshe los calma y les promete que Hashem los salvará y esta será la última vez que verán a los egipcios con vida. Hashem le dice a Moshe que el Pueblo de Israel debe saltar al mar, los integrantes del Pueblo saltan a él con valentía y entonces el mar se abre. Hashem hace que los egipcios entren al mar detrás del Pueblo y tras una persecución que dura toda la noche, en la cual la columna de nube y la columna de mar retrasan el avance de los egipcios, cuando el Pueblo de Israel se encuentra al otro lado del mar, Moshe alza su mano y el mar se cierra hundiendo en él a los egipcios.


Aunque cada uno de los egipcios se ahogó de una forma distinta: Quienes hicieron sufrir mucho al Pueblo de Israel no se hundieron inmediatamente si no que subían y bajaban como paja flotando en el agua, sobre ellos dijeron en la canción del mar “Yojelemo Cakash” (Los consume como la paja). Quienes hicieron sufrir menos al Pueblo sufrieron menos ahogándose rápidamente como una piedra y sobre ellos dijeron “Yardu Bimtzolot Kemo Even” (Descendieron a las profundidades como piedra). Y quienes no hicieron sufrir casi al Pueblo murieron ahogándose inmediatamente como plomo y sobre ellos dijeron “Tzalalu Kaoferet Bemaim Adirim” (Se abismaron como plomo en aguas impetuosas). Hashem es preciso también con los malvados, Él nunca envía una pena mayor de la que la persona se merece.


Shirat Hayam – La canción del mar:

Cuando el Pueblo de Israel observa el gran milagro que Hashem realizó, se fortalece su Emuna (Creencia) en Hashem y en su siervo Moshe, ellos le agradecen a Hashem con una canción, en la cual describen la partida del Mar, la salvación del Pueblo, el hundimiento de los egipcios y la entrada a la Tierra de Israel en el futuro, también las mujeres cantaron entre ellas con panderetas y bailes.


Estas mujeres – quienes eran cuidadosas de no bailar o cantar frente a los hombres y solo lo hicieron entre ellas, son las mismas mujeres recatadas a las cuales se refirieron Nuestros Sabios cuando dijeron que por el mérito de las mujeres fuimos redimidos de Egipto, si no fuera por ellas no estaríamos aquí ahora.


La dulzura del agua amarga:

El Pueblo de Israel continúa por su travesía en el desierto, durante tres días no tienen agua y cuando finalmente logran encontrar agua, es amarga y no apta para el consumo, por esta razón llaman a ese lugar “Mara” (Amargo). El Pueblo de Israel le reclama a Moshe pidiéndole bebida y Hashem le ordena arrojar una madera dentro del agua, las aguas se endulzan y se hacen aptas para el consumo. Ahí también Hashem les entrega una parte de las Mitzvot (Preceptos) de la Tora. Hashem le promete al Pueblo de Israel que, si Lo obedecen y observan todas Sus Mitzvot, vivirán vidas sanas y sin sufrimientos. El Pueblo continúa su travesía y llegan a “Elim”, donde encuentran doce manantiales de agua y setenta árboles de dátiles.


El descenso del Man y las codornices:

El siguiente viaje es al “Desierto de Sin”. Aquí se les termina toda la comida que habían traído con ellos de Egipto, en el desierto no hay comida, el Pueblo de Israel está hambriento y se quejan por ello. Hashem escucha sus quejas y les da comida, en la noche les manda codornices, un ave muy grande y en la mañana les hace descender pan del cielo, una cantidad tan enorme que el Pueblo nunca había visto, el Man (Mana). El Man puede ser cocinado, horneado o ser comido fresco, su sabor era como la sémola frita en miel, pero podía tener el sabor que quisieran que tuviera. El Man comenzó a descender el día domingo 16 de Iyar del año 2448 desde la creación del mundo.


La recolección del Man:

Hashem les ordena recolectar el Man cada día, una cantidad de “Omer” – una medida que alcanzaba para un día, para cada persona, y no dejar nada para el día siguiente – el Man que sobre para el día siguiente se dañará. El día viernes deben recolectar dos medidas de “Omer” – una para el viernes y otra para Shabat, debido a que en Shabat no desciende el Man (En recuerdo al descenso del Man Nuestros Sabios establecieron bendecir sobre dos Jalot en Shabat, debido a que el viernes descendía la cantidad doble en honor a Shabat). Sin embargo, había gente malvada dentro del Pueblo que no le creían a Moshe y dejaron una cantidad del Man para el día siguiente – que, por supuesto se dañó, así como quienes salieron en Shabat a recolectar Man y no consiguieron. Moshe se enfurece con ellos por haber desobedecido la orden de Hashem.


Preservando el Man para las generaciones:

Hashem le ordena a Aharon tomar una cantidad pequeña de Man y cuidarlo en un frasco para las generaciones futuras, para fortalecer en ellos la Emuna de que Hashem es quien envía el sustento a la persona y le da el pan y no la persona misma. El Pueblo de Israel se alimenta del Man durante los cuarenta años de travesía por el desierto, hasta su entrada a la Tierra de Israel.


La extracción de agua de la roca:

Ahora el Pueblo de Israel llega a un lugar llamado “Refidim”, otra vez se quedan sin agua para beber y le reclaman a Moshe por ello, Moshe golpea la roca con su vara y sale de ella agua para todo el Pueblo.


La guerra con Amalek:

En Refidim vienen los descendientes de Amalek – el hijo de Elifaz, nieto de Esav, a luchar en contra del Pueblo. En el momento de la guerra, Moshe está sentado en una colina, cuando alza sus manos el Pueblo de Israel gana y cuando las baja el pueblo de Amalek gana, finalmente el Pueblo de Israel sale victorioso.


La victoria real no dependía de las manos de Moshe, sino en la Emuna del Pueblo de Israel en que Hashem los salvaría. Moshe levanta sus manos para despertar la Emuna y la Tefila del Pueblo de Israel hacia Hashem, por esta razón salieron victoriosos. Y cuando baja sus manos el Pueblo de Israel se olvida de esto en el momento de la guerra y Amalek prevalece.


La Mitzva de borrar a Amalek:

Amalek viene a luchar en contra del Pueblo de Israel precisamente en el momento en el cual todas las naciones del mundo vieron la existencia de Hashem y su fortaleza, con la intención de despertar la creencia en Hashem en el corazón del mundo entero, por lo tanto, Hashem ordena borrar el nombre de Amalek del mundo.


“SHABAT SHALOM”




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