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Parasha Bereshit


PARASHA BERESHIT
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DEDICADO PARA EL ÉXITO, SALUD Y PROSPERIDAD

DE LA FAMILIA DARWICH PRIZANT

QUE SIEMPRE TENGAN ALEGRÍAS, SATISFACCIONES Y ABUNDANCIA EN LO ESPIRITUAL Y MATERIAL


El Libro de Bereshit relata la creación del mundo, el proceso del establecimiento de la humanidad y la formación del Pueblo de Israel. Nuestra Parasha describe la creación del mundo a manos de Hashem – el creador del universo, la creación del hombre, el comienzo de la raza humana y los primeros eventos tras la creación del mundo.

Los seis días de la creación:

Hashem crea el mundo durante seis días, únicamente por medio del habla


El primer día: Hashem crea - de la nada, los cielos y la tierra, y todos los materiales con los cuales creara todo. Al principio la tierra estaba oscura y desolada, el agua la cubría por completo y la Shejina (Presencia Divina) planeaba sobre la superficie de las aguas. Hashem crea la luz y la separa de la oscuridad, fijando un tiempo para la luz llamándolo “Día” y un tiempo para la oscuridad llamándolo “Noche”.

El segundo día: Hashem divide las aguas que se encuentran sobre la tierra, una parte la mantiene abajo y otra parte la coloca arriba, entre ambas partes se encuentra una expansión – la atmósfera, Hashem llama a esta expansión “Cielo”. Este día crea también a los ángeles.

El tercer día: Hashem junta las aguas que se encuentran sobre la tierra y las coloca en un solo lugar descubriendo así la parte seca, a esta parte la llama “Tierra” y al lugar donde juntó las aguas lo llama “Mar”. Hashem hace crecer las plantas y los árboles.

El cuarto día: Hashem suspende las luminarias en el cielo (En ellas coloca la luz que creó el primer día), el sol para que ilumine durante del día y la luna para que ilumine durante la noche.

El quinto día: Hashem crea los peces, los animales del mar y las aves. Y los bendice para que se multipliquen por el mundo.

El sexto día: Hashem crea a los animales de la tierra – bestias, fieras y criaturas rastreras. Y al hombre – la única creación que tiene conciencia. A Adam (El hombre) lo creó originalmente masculino y femenino, más adelante la Tora detalla cómo fue exactamente creada la mujer. Hashem los bendice para que se multipliquen, llenen el mundo y lo gobiernen. Este día también fueron creados los demonios los cuales son creaciones espirituales sin cuerpo. Hashem le permite al hombre y a los animales comer de todas las plantas, pero no a otros animales. Y ve que todo lo que creó era muy bueno.

El séptimo día: Hashem cesa de trabajar el séptimo día tras completar la creación del mundo. Hashem bendice este día y lo santifica.

Hashem nos otorgó el día de Shabat y nos mandó a descansar de todo trabajo para fortalecer en nuestros corazones la creencia de que Él creó el mundo en seis días y el día de Shabat paró de crear. Y revelemos esta idea.


La Plegaria de Adam por la lluvia:

Aunque Hashem creó las plantas y los árboles el tercer día, aún no podían observarse sobre la faz tierra, sino que se permanecieron enterrados en la tierra hasta la creación de Adam el día sexto. La razón de esto es que Hashem no mandó lluvia a la tierra hasta que el hombre no fue creado para que él reconociera el beneficio de las lluvias y rezara por ellas.

Este es el poder de la Tefila. A veces la persona merece recibir riquezas, salud, hijos, pareja y otras bendiciones. Sin embargo, para que estas bendiciones se hagan realidad la persona debe rezarle a Hashem y pedírselas. Esto es comparado a una persona que tiene mucho dinero en su cuenta, simplemente debe dirigirse al banco y retirarlo, aquellos que son demasiado perezosos para ir al banco, pierden ese dinero. Si nos dirigimos al Creador del universo y le pedimos todo lo que necesitamos, nos sorprenderemos de todas las bondades que nos esperan en el “banco”, todo lo que falta para acceder a ellas es nuestra Tefila.


La creación del hombre:

En el sexto día Hashem junta el polvo de los cuatro puntos cardinales de la tierra en un solo lugar y levanta una nube de agua subterránea que llueve sobre este polvo. Con ello Hashem forma el cuerpo de Adam y sopla en sus narices aliento de vida.

El Gan Eden:

El tercer día Hashem crea el Gan Eden (Jardín del Eden) en el cual hay hermosos árboles que producen frutos comestibles. Y otros dos árboles adicionales: el árbol de la vida – el cual da vida a todo el que come sus frutos. Y el árbol del conocimiento – el cual le da el conocimiento de elegir entre bien y el mal a quien come sus frutos. En el Gan Eden había un río que regaba el Jardín y Hashem lo divide en cuatro ríos llamados: Pishon, Guijon, Jidekel y Perat, los cuales atravesaban y regaban varios países.


La Mitzva (Precepto) de Adam:

Hashem coloca a Adam en el Gan Eden para que trabaje y mantenga la tierra, ordenándole comer de todos los árboles que se encuentran en él a excepción del árbol del conocimiento, advirtiéndole que el día que coma de él, morirá.

La creación de la mujer:

Al principio el hombre fue creado sin pareja. Cuando Adam nombró a todos los animales y vio que todos tenían pareja, deseó también tener una pareja. Hashem duerme a Adam y toma una de sus costillas, de ella crea a la mujer y se la presenta al hombre. Luego de que la mujer fue creada, tanto ella como Adam estaban sin vestimenta, sin embargo, no se avergonzaban porque no tenían inclinación a transgredir.

La tentación de la serpiente:

La serpiente era la más astuta de todos los animales y sabía hablar, ella tentó a la mujer a comer del árbol del conocimiento, la mujer comió y le dio también a su marido para que coma.

Luego de que comieron del árbol del conocimiento el Yetzer Hara (Instinto del mal) entró en ellos. En ese momento comprendieron que habían transgredido la única Mitzva que les había sido ordenada. Estando sin vestimenta sintieron vergüenza y cosieron una ropa de las hojas de higuera.


La consecuencia de la transgresión:

La pena de la serpiente por tentar a la mujer: Hashem corta sus patas y le decreta que todo lo que coma tendrá sabor a polvo. Hashem crea odio entre ella y los humanos, para que quieran siempre matar uno al otro.

La pena por la transgresión de la mujer al comer y darle a su marido: Dará a luz con sufrimiento y su marido mandará sobre ella.

La pena por la transgresión del hombre: Tendrá que trabajar duro la tierra hasta que produzca frutos, Hashem le decreta la muerte a él y a toda la humanidad.

El nombre de la mujer:

Adam le da el nombre de “Java” a la mujer, porque ella fue la primera en dar vida (Jai) y criar hijos.

La expulsión de Adam y Java del Gan Eden:

Para que no coman del árbol de la vida y vivan para siempre, Hashem expulsa a Adam y a Java del Gan Eden, colocando ángeles de destrucción y una espada de fuego en los portones del Jardín, para que cuiden la entrada su entrada.

Kain y Hebel:

Java da a luz a dos varones, el primero llamado Kain y el segundo Hebel. Hebel es un pastor y Kain trabaja la tierra. Luego de que los frutos de Kain crecen, toma lo peor de sus frutos y los ofrenda delante de Hashem, por su parte Hebel sacrifia lo mejor de sus animales para Hashem. Entonces un fuego desciende del cielo y consume la ofrenda de Hebel sin tocar la de Kain. A causa de sus celos, Kain mata a Hebel y cuando Hashem lo reprocha por sus acciones, se arrepiente y hace Teshuba (Volver al buen camino). Hashem acepta su Teshuba y no lo castiga de inmediato, sino que le decreta el exilio – deambular por todo el mundo. Recibirá su castigo después de siete generaciones – cuando uno de sus descendientes lo mate. El séptimo descendiente de Kain era Lemej. Cuando Lemej era anciano y no podía ver bien, su hijo Tubal-Kain lo colocaba sobre sus hombros para guiarlo. Un día Lemej vio a Kain y pensó que era un animal, disparó su flecha y lo mató. Cuando se dio cuenta de su error, levantó las manos en señal de dolor y con ello mató a su hijo.

Las transgresiones del hombre y sus consecuencias:

Java tuvo otro hijo llamado Shet, Shet tuvo un hijo llamado Enosh, en la época de Enosh las personas comenzaron a cometer la transgresión de Avoda Zara (Idolatría), lo cual enfureció a Hashem.

La décima generación después de Adam era la generación de Noaj, Noaj era una persona justa y no hacía Avoda Zara como las demás personas de su época, tenía tres hijos: Shem, Jam y Yefet. La generación de Noaj se caracterizó por un terrible deterioro moral en los seres humanos e influenció negativamente a los animales. Hashem decide eliminar a los humanos del mundo y con ellos también a los animales, pero les da 120 años para corregir sus acciones. Y Noaj que era un hombre justo halló gracia en los ojos de Hashem y no lo quiso eliminar a él junto a las personas de su época.

La persona tiene el poder de la elección, puede elegir el buen camino o lo contrario, sin embargo, los animales no tienen el poder de elegir, entonces ¿Cómo pudieron deteriorarse moralmente? De hecho, esto es parte de la fuerza del hombre, que puede arrastrar tras él al mundo entero, inclusive a los animales. Las acciones que realizamos nos influyen no solo a nosotros, sino también a nuestro alrededor, para bien o para mal. Esto es algo que siempre debemos tener presente.


“SHABAT SHALOM”


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